La colisión de estrellas de neutrones produce potentísimos destellos de luz gama y también ondas gravitatorias en el espacio que, a pesar de haber sido predichas por Einstein, no habían sido todavía detectadas. Su comprensión nos acercaría, posiblemente, a las claves de una inagotable fuente de energía procedente de la acreción de agujeros negros. Un equipo internacional de investigadores que trabaja con Miguel A. Aloy (Universidad de Valencia), acaba de aportar resultados muy valiosos para dar respuesta a este enigma de la astrofísica.
Este proyecto de los superordenadores del Instituto Max-Planck de Física Gravitacional, que hoy publica la revista Astrophysical Journal Letters y del que informó en un comunicado la Universidad de Valencia, responde a uno de los fundamentos astrofísicos de la Teoría de la Relatividad de Einstein que aún no había sido resuelto.
Miguel A. Aloy, investigador principal del