Existe la idea generalizada de que la violencia es un componente ineludible de la condición humana, un problema cuya prevención incumbe al sistema de justicia penal, y de que el principal papel del sector de la salud es el tratamiento y la rehabilitación de las víctimas. Pero estos supuestos están cambiando, al demostrarse, gracias al éxito de medidas de prevención aplicadas a otros problemas sanitarios de origen medioambiental o relacionado con el comportamiento, como las cardiopatías, que la salud pública puede contribuir a atajar de raíz las causas de afecciones complejas.
La finalidad del Informe mundial sobre la violencia y la salud es contribuir a