La poesia
Grecia
Originalmente en las primeras reflexiones occidentales sobre la literatura, las de Platón, la palabra griega correspondiente a «poesía» abarcaba el concepto actual de literatura.
El término «poiesis» significaba «hacer», en un sentido técnico, y se refería a todo trabajo artesanal, incluido el que realizaba un artista. Consecuentemente, era un término que aludía a la actividad creativa en tanto actividad que provocaba que algo que no existía antes llegaba a ser después.2 Aplicado a la literatura, se refería al arte creativo que utilizaba el lenguaje.
La poesía griega se caracterizaba por que se trataba de una comunicación no destinada a la lectura, sino a la representación ante un auditorio realizada por un individuo o un coro con acompañamiento de un instrumento musical.3
En su obra La República, Platón establece tres tipos de «poesía» o subgéneros: la poesía imitativa, la poesía no imitativa y la épica. Dado que la reflexión literaria de Platón se halla en el interior de otra mucho más amplia de dimensiones metafísicas, el criterio que usa el filósofo griego para establecer esta triple distinción no es literario, sino filosófico. Platón, en primer lugar, describe la creación dramática, el teatro, como «poesía imitativa» en tanto que el autor no habla en nombre propio, sino que hace hablar a los demás; describe, por su parte, como «poesía no imitativa» a aquella obra donde el autor sí habla en nombre propio, aludiendo en concreto al ditirambo, una composición religiosa en honor deDionisos; por último, establece un tercer tipo de poesía en el que la voz del autor se mezclaría con la de los demás, los personajes, y ahí es donde sitúa a la épica.
De esta primera clasificación platónica, se desprende el origen de la vinculación del género poético con la característica enunciativa de la presencia de la voz del autor. Nótese, por lo demás, que el uso del verso no es en estos momentos relevante, por cuanto la literatura antigua se componía siempre en verso (incluido el teatro).
Como se ha señalado, Platón trata la literatura en el contexto de su tratamiento de determinados problemas filosóficos. Será Aristóteles quien, por primera vez, afrontaría la elaboración de una teoría literaria independiente. La obra clave es su Poética (c. 334 a. C.), esto es, su obrasobre la poesía.
Aristóteles introduce, en primer lugar, un elemento novedoso en la descripción de la poesía, al tener en cuenta que, al lado del lenguaje (el «medio de imitación» característico de la poesía), en determinadas formas de esta se pueden utilizar, además, otros medios como la armonía y el ritmo. Así, en los géneros dramáticos, la poesía mélica y los ditirambos.
Y, en segundo lugar, cuando reflexiona sobre la forma de imitación, distingue entre narración pura o en nombre propio (ditirambo) y narración alternada (épica), llegando a una divisón similar a la que había establecido Platón.5
Roma
Es una de las manifestaciones artísticas más antiguas. La poesía se vale de diversos artificios o procedimientos: a nivel fónico-fonológico, como el sonido; semántico y sintáctico, como el ritmo; o del encabalgamiento de las palabras, así como de la amplitud de significado del lenguaje.
Para algunos autores modernos, la poesía se verifica en el encuentro con cada lector, que otorga nuevos sentidos al texto escrito. De antiguo, la poesía es también considerada por muchos autores una realidad espiritual que está más allá del arte; según esta concepción, la calidad de lo poético trascendería el ámbito de la lengua y del lenguaje. Para el común, la poesía es una forma de expresar emociones, sentimientos, ideas y construcciones de la imaginación.
Aunque antiguamente, tanto el drama como la épica y la lírica se escribían en versos medidos, el término poesía se relaciona habitualmente con la lírica, que, de acuerdo con la Poética de Aristóteles, es el género en el que el autor expresa sus sentimientos y visiones personales. En un sentido más extenso, se dice que tienen «poesía» situaciones y objetos que inspiran sensaciones arrobadoras o misteriosas, ensoñación o ideas de belleza y perfección. Tradicionalmente referida a la pasión amorosa, la lírica en general, y especialmente la contemporánea, ha abordado tanto cuestiones sentimentales como filosóficas, metafísicas y sociales.
Sin especificidad temática, la poesía moderna se define por su capacidad de síntesis y de asociación. Su principal herramienta es la metáfora; es decir, la expresión que contiene implícita una comparación entre términos que naturalmente se sugieren unos a los otros, o entre los que el poeta encuentra sutiles afinidades. Algunos autores modernos han diferenciado metáfora de imagen, palabras que la retórica tradicional emparenta. Para esos autores, la imagen es la construcción de una nueva realidad semántica mediante significados que en conjunto sugieren un sentido unívoco y a la vez distinto y extraño.
Historia
La tablilla sobre el diluviode la epopeya de Gilgamesh, escrita en acadio.
Hay testimonios de lenguaje escrito en forma de poesía en jeroglíficos egipcios de 25 siglos antes de Cristo. Se trata de cantos de labor y religiosos. El Poema de Gilgamesh, obra épica de los sumerios, fue escrito con caracteres cuneiformes y sobre tablas de arcilla unos 2000 años antes de Cristo. Los cantos de La Ilíada y La Odisea, cuya composición se atribuye a Homero, datan de ocho siglos antes de la era cristiana.
Los Veda, libros sagrados del hinduismo, también contienen himnos y su última versión se calcula fue redactada en elsiglo III a. C. Por estos y otros textos antiguos se supone justificadamente que los pueblos componían cantos que eran trasmitidos oralmente. Algunos acompañaban los trabajos, otros eran para invocar a las divinidades o celebrarlas y otros para narrar los hechos heroicos de la comunidad.
Los cantos homéricos hablan de episodios muy anteriores a Homero y su estructura permite deducir que circulaban de boca en boca y que eran cantados con acompañamiento de instrumentos musicales. Homero menciona en su obra la figura del aedo (cantor), que narraba sucesos en verso al compás de la lira. El ritmo de los cantos no sólo tenía la finalidad de agradar aloído, sino que permitía recordar los textos con mayor facilidad.
La poesía lírica tuvo expresiones destacadas en la antigua Grecia. El primer poeta que escogió sus motivos en la vida cotidiana, en el período posterior a la vida de Homero, fue Hesíodo, con su obra Los trabajos y los días. A unos 600 años antes de Cristo se remonta la poesía de Safo, poeta nacida en la isla de Delfos, autora de odas celebratorias y canciones nupciales (epitalamios), de las que se conservan fragmentos. Anacreonte, nacido un siglo después, escribió breves piezas, en general dedicadas a celebrar el vino y la juventud, de las que sobrevivieron unas pocas. Calino de Éfeso y Arquíloco de Paros crearon el géneroelegíaco, para cantar a los difuntos.
Aquíloco fue el primero en utilizar el verso yámbico (construido con «pies» de una sílaba corta y otra larga). También escribió sátiras. En el siglo V a. C. alcanzó su cima la lírica coral, con Píndaro. Se trataba de canciones destinadas a los vencedores de los juegos olímpicos.
Roma creó su poesía basándose en los griegos. La Eneida, de Virgilio, se considera la primera obra maestra de la literatura latina, y fue escrita pocos años antes de la era cristiana, al modo de los cantos épicos griegos, para narrar las peripecias de Eneas, sobreviviente de la guerra de Troya, hasta que llega a Italia. La edad de oro de la poesía latina es la de Lucrecio y Catulo, nacidos en el siglo I a. C., y de Horacio(maestro de la oda), Propercio y Ovidio. Catulo dedicó toda su poesía a una amada a la que llamaba Lesbia. Sus poemas de amor, directos, simples e intensos, admiraron a los poetas de todos los tiempos.
Poesía china
En la poesía china se cultivaron especialmente los versos pentasílabos y heptasílabos, que en el caso de la lengua china corresponden a versos de cinco y siete sinogramas respectivamente, puesto que cada sinograma representa una sílaba. Las formas poéticas más cultivadas fueron especialmente los Lüshi (律詩, poemas de ocho versos) y los Jueju (絕句, poemas de cuatro versos). Se compiló una recopilación de poemas titulada Todos los poemas de la Dinastía Tang (全唐詩) con más de 48.900 poemas de más de 2200 autores. Entre los poetas más destacados se encuentran Li Bai (李白), Du Fu (杜甫) y Bai Juyi (白居易).
Poesía japonesa
La poesía lírica japonesa, de gran influencia en Europa en el siglo XX, se remonta al siglo VIII d. C. y una de sus formas más populares es elhaiku, una composición de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, en la que una imagen visual se contrasta con otra, sin comentarios, o a una imagen sigue una reflexión concisa y a la vez fugaz. El haiku, utilizado por el budismo zen para trasmitir sus enseñanzas, influyó en poetas vanguardistas del siglo XX, como el estadounidense Ezra Pound. Se le llama haikú a la primera estrofa de una variante métrica llamada tanka.
Poesía trovadoresca
La poesía trovadoresca y galante se originó en la Provenza, al sur de Francia, y fue el antecedente de la riquísima producción de los poetas italianos del siglo XIII, como Dante Alighieri y Guido Cavalcanti. Poco más tarde, Petrarca llevó a su máxima expresión el llamado dolce stil nuovo (dulce estilo nuevo), con su poesía amorosa dedicada a su amada Laura.
Versificación castellana
César Vallejo Poeta Universal
El arte de combinar rítmicamente las palabras no es lo único que distingue a la poesía de la narrativa, pero hasta mediados del siglo XIX constituía la mejor forma de diferenciar ambos géneros. La versificación tiene en cuenta la extensión de los versos, la acentuación interna y la organización en estrofas.
La rima (coincidencia de las sílabas finales en versos subsiguientes o alternados) es otro elemento del ritmo, igual que la aliteración, que es la repetición de sonidos dentro del verso, como en éste de Góngora: «infame turba de nocturnas aves», donde se repite el sonido ur y también se juega una rima asonante en el interior del verso entre infame y ave. La rima es consonante cuando todas las letras de la última sílaba coinciden en dos o más versos próximos. Se llama asonante cuando sólo coinciden las vocales.
La poesía en lengua castellana se mide según el número de sílabas de cada verso, a diferencia de la poesía griega y de la latina, que tienen por unidad de medida el pie, combinación de sílabas cortas y largas (el yambo, la combinación más simple, es un pie formado por una sílaba corta y otra larga). En la poesía latina los versos eran frecuentemente de seis pies.
Por el número de sílabas, hay en la poesía en lengua castellana versos de hasta 14 sílabas, los alejandrinos. Es muy frecuente el octosílabo en la poesía popular, sobre todo en la copla. Las coplas de Manrique se basan en el esquema de versos octosílabos, aunque a veces son de siete, rematados por un pentasílabo. A esta forma se le llama «copla de pie quebrado». La irregularidad silábica es frecuente, incluso en la poesía tradicional. Por ejemplo, en poesías de versos de once sílabas se pueden encontrar algunos de diez o de nueve.
Las estrofas (grupos de versos) regulares, de dos, cuatro, cinco y hasta ocho versos o más corresponden a las formas más tradicionales. Elsoneto, una de las más difíciles formas clásicas, se compone de catorce versos, generalmente endecasílabos (once sílabas), divididos en doscuartetos y dos tercetos (estrofas de cuatro y de tres versos), con distintas formas de alternar las rimas.
La alternancia de sílabas tónicas (acentuadas) y átonas (sin acento) contribuye mucho al ritmo de la poesía. Si los acentos se dan a espacios regulares (por ejemplo, cada dos, tres o cuatro sílabas), esto refuerza la musicalidad del poema. Mantenida esta regularidad a lo largo de todo un poema, se logra un efecto muy semejante al del compás musical.
La poesía del siglo XX ha prescindido de la métrica regular y, sobre todo, de la rima. Sin embargo, la aliteración, la acentuación y, a veces, la rima asonante, mantienen la raíz musical del género poético.
Actualidad
El papel que juega la poesía en el siglo XXI, se encuentra ligado al avance tecnológico y científico. Surgen nuevas corrientes de Poesía, nuevas formas de manifestación, como: la Biopoesia, Metapoesía, la poesía ecologista, la poesía virtual, transmodernista entre otros, además de que asistimos a una renovación o por lo menos un reemprendimiento de ciertos vanguardismos y estéticas críticas, como la poesía de la conciencia.
El Día Internacional de la Poesía fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO y se celebró por primera vez el 21 de marzo de 2000. Su finalidad es fomentar el apoyo a los poetas jóvenes, volver al encantamiento de la oralidad y restablecer el diálogo entre la poesía y las demás artes (teatro, danza, música, etc.)
POESIA
La poesía es un texto escrito en una forma particular donde las oraciones se dividen en varios renglones llamados versos
. Los versos se agrupan en conjuntos espaciados entre sí llamadosestrofas. Suele tener rima, que le da musicalidad. Cuando no hay rima entre los versos ni medida predeterminada se denominan versos libres. Existen distintos tipos de formas poéticas, de acuerdo a la distribución de las estrofas dentro de las mismas:
- Soneto: poema formado por dos cuartetos y dos tercetos. Todos los versos son endecasílabos y su rima es consonante.
- Romance: poema formado por una cantidad no fija de versos octosílabos. Los versos pares tienen rima asonante y los impares no tienen rima.
- Coplas: poemas de cuatro versos, en los que el segundo verso rima con el cuarto. Generalmente son graciosas e ingeniosas. Suelen ser anónimas y se utilizan para hacer canciones con ellas.
INTRODUCCIÓN
El romanticismo es el movimiento que toma como centro al burgués. El concepto de imaginación como facultad creadora nace con los románticos y abre camino a la literatura contemporánea. El artista es visto como un creador absoluto. El poeta es visto como un vidente que integra conocimientos de la realidad exterior con sus sensaciones internas para dar una imagen diferente del mundo. El parnasianismo, en cambio, se caracterizó por el afán de renovar la expresión de perfeccionar la forma, que debía ser implacable, bella, escultural y de líneas muy puras. Era necesario evitar el sentimentalismo, la nota íntima y el desliz emocional. El poeta era un artífice de la palabra, conocedor de todos los recursos de la lengua y el verso. Se ponía el acento en las rimas suntuosas, el vocabulario fulgurante, el rigor y el equilibrio. En el simbolismo se revaloriza la intuición y el intimismo, descubre las emociones, sugiere por medio de analogías, alegorías y símbolos. Reclama una visión del mundo como misterio. El poeta hace de su obra algo "sugestivo" que penetra en los dominios del ensueño. Se propusieron convertir la poesía en música, renunciando a todo efecto oratorio. El modernismo se desarrolla cuando la sociedad capitalista entra en la era de consumo y derroche, cuando los avances científicos y tecnológicos creaban una ilusión de progreso. Este movimiento fue la reacción artística e intelectual, que buscaba separarse de la sociedad burguesa a través del arte. En la Generación del ’98, el poeta busca verdades mas que bellezas, Camina sueño adentro, atravesando su mundo interior. El poeta de esta generación se caracteriza por ser antirretoricista. En este período se busca el enriquecimiento de la lengua partir de las raíces etimológicas.
ROMANTICISMO
En 1780, en Inglaterra, se produce un movimiento poético de inspirado romanticismo, el de los poetas "lakistas" que proclaman el imperio de la naturaleza y el sentimiento, contra el artificio escenográfico y la razón seudo clásica.
Pero esta escuela se afirma en Francia con el prólogo "A Cronwell" de Víctor Hugo y el estreno de su obra "Hernani" en 1830; lo sustenta asimismo la pluma de Lamartin, Musset, Vigny, Sand, Jacques Rousseau y otros de actitud romántica manifiesta.
El Romanticismo proclama el amor a la libertad y a la naturaleza, la búsqueda de lo exótico y el regreso a la Edad Media. Tiene como connotaciones más salientes, la exaltación del "yo" y se orienta hacia dos actitudes distintas en el tratamiento de sus temas: una, más objetiva, de intención socializante y revolucionaria, que actualiza los preceptos inspiradores de la Revolución Francesa (el caso de nuestro Echeverría, para dar un ejemplo); y otra subjetiva, intimista, lacrimógena y plañidera surgida de sensibilidades enfermizas proclives del abatimiento y no preparadas para las circunstancias adversas, dolorosas y hostiles que opone el diario vivir (el caso de Adolfo Bécquer). Unos, románticos; los otros, individualistas.
PARNASISMO
En 1850, en tributo al romanticismo nace en Francia una escuela poética que recibe el nombre de Parnaso. Pero es en realidad una reacción contra el subjetivismo romántico y se caracteriza por la estilización de la forma que exaltaría la doctrina del "arte por el arte".
Leconte de Lisle, su jefe, da nuevo aliento al gusto por lo exótico, exaltando las mitologías paganas, el budismo, el brahmanismo. Junto a él integran el grupo parnasiano: Catule Méndez, Prudhomme y el cubano José Maria Heredia que, aunque su brote fue mas tardío, fue el mas típico representante.
SIMBOLISMO
Como reacción contra el realismo (encarnación literaria del positivismo), Charles Baudelarie inicia este movimiento que revolucionaria la actitud poética.
Es indudable, que aunque Edgar Allan Poe haya sido su precursor, el movimiento nace en Francia y de ahí irradia a otros países.
Es una especie de Neorromanticismo que se opone al verso helado del Parnaso y a la frialdad concreta del realismo. Un verso algodonoso, envuelto en niebla, un nuevo enfoque subjetivo de la realidad, pero de un subjetivismo que traduce estados imprecisos y desviados. La poesía simbolista es hermética, misteriosa, elegante, aristocrática, y por lo tanto, antipopular.
Es poesía para elegidos, de evasión de la realidad, que solo se la entreve a través de enigmas y de zonas de silencio y misterio.
* Dos corrientes literarias mas o menos simultáneas que se oponen, configuran literariamente las postrimerías del siglo XIX: el Modernismo y la Generación del 98.
MODERNISMO
Respondiendo al liderazgo de Rubén Darío (renovador de temas y de formas), este es un fenómeno exclusivamente poético influido por parnasianos y simbolistas. El Parnaso dará la perfección de la forma y la creación de nuevas metáforas y ritmos ("el arte por el arte"). Y el Simbolismo la incorporación de estados subjetivos, brumosos e imprecisos en un refinamiento temático. Surge así la poesía musical y plástica que agilitaría los metros tradicionales (tal el caso de Alejandrino) y crearía metros nuevos.
En cuanto a la Argentina, donde permanece Darío, durante largos periodos, convirtiendo a Buenos Aires en el centro experimental y de afirmación del movimiento. El modernismo se caracteriza por metáforas audaces de sorprendente elaboración, con su rica temática y la musicalidad de sus versos, irradia desde los círculos literarios porteños hacia todo el continente.
El movimiento modernista propiamente dicho que abarca desde 1888 hasta 1920, desemboca en una actitud prolongada de esa estética y esa retórica, vigente aún dentro de las Escuelas de Vanguardia. Muchos autores no logran entregarse del todo a esta subversiva actitud poética y mantienen cierta fidelidad a la tendencia modernista pero atemperando la ampulosidad de la retórica y reaccionando contra el excesivo barroco.
GENERACIÓN DEL 98
El desastre militar (la pérdida de Cuba y Filipinas), la inestabilidad política y la inseguridad económica habían llevado a España a un estado de depresión y al aislamiento con respecto al resto de Europa cuyos movimientos post-romántico, parnasiano y simbolista no logran trasponer las fronteras de la península.
Esta clausura dentro de sus propios límites territoriales la mantiene en ese letargo del cual reacciona merced a la presencia del jefe modernista que es uno de los factores desencadenantes de la creación de este movimiento paralelo. Es de intención socializante originado y desarrollado, con cohesión corporativista y fe en los destinos de una nueva España.
Un grupo de jóvenes con afán profundo de "europeizarla" se lanza hacia todos los caminos de Europa en una búsqueda desesperada de información, e importa las ideas filosóficas y la orientación literaria capaces de encaminar la vida política, social e intelectual del siglo XX dentro de la verdadera problemática contemporánea.
El héroe de esta generación es Miguel de Unamuno, ensayista y novelista vasco de estilo apasionado y fuerte personalidad.
GENERACIÓN DEL 27
Diez años antes, en España, queriendo vinelar su literatura con la de la vanguardia francesa que avanzaba en la exaltación de la metáfora, se afirma el movimiento ultraísta.
En 1927 (con motivo del tercer centenario de Góngora) se produce la presentación de un grupo de poetas en las lecturas y conferencias de Sevilla. Ese acto los haya reunidos y admiten como guías de lirismo a Juan Ramón Jiménez y a Antonia Machado. Sin "manifiestos" estridentes, sino por el camino de la edición de sus obras, ratifican el triunfo de la poesía sincera y esencial que no podía morir. Pedro Salinas, Miguel Hernández y Jorge Guillén con los antes nombrados, se unen a esta generación dueña de una poesía tensa y pulida.
Gran parte de la creación poética de esta generación puede acusar técnicas surrealistas por sus recursos formales pero en esa "expresión de los inexpresable" que es su poesía, se ofrece una imagen real de este mundo de dolor, de miseria y de explotación humana.
Introducción a la poesía
Se cuenta que una vez, al finalizar uno de sus conciertos, le preguntaron a Louis Armstrong “¿qué es jazz?” Su respuesta (“Man, if you gotta ask, you’ll never know”), puede servirnos también para la poesía. Y, sin embargo, en esta introducción a la poesía buscamos, además de “sentir” un poema, analizar ese “sentir un poema”.
En el estudio introductorio a los géneros literarios, distinguíamos cuatro objetivos fundamentales en el acto de comunicación, que son también el origen de los géneros literarios: personal (poesía lírica), mimético (narrativa), dramático (teatro) y persuasivo (ensayo). En este curso de introducción a la literatura seguimos también esta estructura. No obstante, debemos recordar que la poesía lírica es sólo una de las manifestaciones de la poesía; es sin duda la más importante, pero no la única. En sus comienzos, la poesía fue también el medio preferido por los autores para articular la narrativa (poesía épica, leyendas, etc.) y el teatro (la comedia del Siglo de Oro español). En este sentido la poesía es también el más inclusivo de los géneros literarios. Para los objetivos de nuestro curso, vamos a estudiar la poesía primordialmente a través de su expresión lírica, ya que los recursos retóricos propios de la poesía son los mismos en todas sus expresiones. También incluimos una “Guía para una lectura crítica de la poesía” y, como ejemplo, una propuesta de análisis de un poema de Julián del Casal, “Prometeo”.
1. ¿Si la poesía ha servido para articular lo personal, lo mimético, lo dramático y lo persuasivo, cómo podemos diferenciarla de los demás géneros literarios?
De un modo muy general (y superficial) podemos decir que la poesía está escrita en verso. Es verdad que la percepción visual de la forma es lo primero que identificamos, y que muchas veces con sólo este dato clasificamos un escrito de poesía. También es cierto que con el transcurso del tiempo se han modificado considerablemente las reglas estrictas que en un momento caracterizaban la poesía. Todo esto ha causado que los críticos se resistan a definir la poesía, incluso con definiciones generales. Tampoco nosotros vamos a definir qué es poesía; sin embargo, sí que podemos señalar que entre todas las transformaciones que ha sufrido la poesía, hay un elemento que se ha mantenido constante: el ritmo.
2. Entonces, ¿podemos decir que el ritmo es el elemento esencial de la poesía?
Sí, en efecto, el ritmo es esencial en la poesía. Incluso podríamos decir, como primera aproximación a la poesía, que se trata de una composición rítmica de palabras. Lo fónico (el sonido) es central a la poesía, que busca, con más precisión que los demás géneros literarios, fundir sonido y sentido.
3. ¿Cómo debemos leer un poema?
No existe un modo de leer poemas, y el hábito y el placer de la lectura de poemas se adquieren a través de la lectura misma. Pero sí hay algunas consideraciones generales que conviene tener en cuenta:
Lectura lenta y repetida: Un poema no se lee como un periódico o una novela. Requiere una lectura lenta que asuma el ritmo y que llegue a las ideas a través del sentimiento, de la emoción.
Reducir el poema a un concepto es negarse a sentir el poema: un poema no es bueno por lo que dice, sino por su arte en cómo lo dice.
Debemos pronunciar las palabras, los versos, aunque sea sólo en nuestra mente: lo fónico es esencial al poema.
Pero también debemos leer el poema con los ojos de nuestra mente. Con mucha frecuencia la emoción o sentimiento que comunica el poema se construye en torno a una idea.
La lectura de un poema es una aventura personal: unos necesitan comprender la idea para sentir el poema, otros llegan a la idea a través del sentimiento.
4. ¿Si la lectura de un poema es una aventura personal, de qué modo puede ayudarnos esta introducción?
Es cierto que llegamos al concepto de qué es poesía mediante la lectura de poemas y la reflexión sobre la naturaleza del poema desde la perspectiva del autor, del texto mismo y del lector. Pero, para que nuestra reflexión sea más fructífera, es necesario estar en posesión de ciertas herramientas (recursos retóricos), que nos permitan aproximarnos a la poesía de un modo metódico. En términos generales podemos clasificar estas herramientas o recursos en cuatro categorías: aquellas que se refieren a la forma (versificación), al sonido (lo fónico), a la gramática (lo gramatical) y al léxico. Aunque para los objetivos de este estudio introductorio agrupamos los recursos retóricos en cuatro categorías, en la construcción del poema están todas ellas íntimamente relacionadas.
5. Entonces, ¿para poder leer poesía necesitamos conocer dichas herramientas o recursos retóricos?
Por supuesto que no. Pero este curso de introducción a la literatura desea cubrir dos dimensiones distintas, aun cuando relacionadas: A) apreciación de la literatura y B) introducción a su análisis académico. Según lo primero, leer poesía es sentir el poema. Según la segunda dimensión, necesitamos intentar explicar cómo se produce ese “sentir” y cuál es su significado cultural, para lo cual es necesario estar en posesión de los recursos retóricos que emplea el poeta en la construcción del poema.
6. ¿Qué entendemos por versificación?
Bajo el término de versificación agrupamos los recursos retóricos que se asocian con el aspecto formal del poema. La unidad visual es el verso. Pero el verso mismo es un compuesto de otra unidad más simple que depende de su valor fónico. En el idioma español esta unidad es la sílaba (gramatical o poética). De este modo asignamos a los versos distintos nombres según el número de sílabas que tienen. En español predominan los versos de ocho sílabas (octosílabos) y de once sílabas (endecasílabos); también son frecuentes los versos de siete sílabas (heptasílabos) y los de catorce sílabas (alejandrinos). Los versos que tienen más de ocho sílabas los llamamos versos de arte mayor. Si tienen ocho sílabas o menos se llaman versos de arte menor. También es importante el modo cómo se ordenan los versos dentro de un poema. Tradicionalmente los versos se ordenan en grupos que denominamos estrofas. Las estrofas pueden ser muy variadas, desde las estrofas de dos versos que denominamos pareados, a las décimas o estrofas de diez versos. En español son populares las estrofas de tres versos de arte mayor, tercetos, y de cuatro versos de arte menor, redondillas, o de arte mayor, cuartetos. En el Siglo de Oro fueron muy populares las octavas reales, estrofas de ocho versos endecasílabos, y la lira, una estrofa de cinco versos. Hay también composiciones estróficas como el soneto, que consta de un número preciso de estrofas: catorce versos agrupados en dos cuartetos y dos tercetos. Hoy día es muy popular el verso libre y en español siempre lo han sido composiciones no estróficas como el romance y la silva que constan de un número indefinido de versos sin agrupación estrófica. En páginas aparte se explican cada uno de estos términos con abundantes ejemplos y con referencias a los textos que se incluyen en la antología.
7. En el contexto de la forma, de la versificación, es fácil establecer la relación de lo que se ve y el nombre que le asigna la retórica; también comprendo que el ritmo es fundamental en la poesía, pero ¿cómo establecemos la relación entre el sonido y el significado de las palabras?
Desde el comienzo de esta introducción hemos puesto énfasis en la íntima relación entre lo fónico (sonido) y lo semántico (el sentido de las palabras). Los versos se miden, es verdad, por sílabas, pero éstas establecen valores rítmicos entre las sílabas tónicas (acentuadas) y las sílabas átonas (no acentuadas). El poeta, además, modifica el valor de las sílabas, según principios fónicos, que no siempre corresponde al que se establece en la gramática; es decir, crea o reduce sílabas a través de recursos retóricos muy precisos: la unión de dos o más sílabas cuando la última sílaba de una palabra termina en vocal y la siguiente comienza con vocal (la sinalefa), o el fenómeno opuesto que significa no unir dichas sílabas cuando en la pronunciación normal se unirían (el hiato); esta licencia poética puede ocurrir dentro de una palabra, cuando unimos en una sílaba dos vocales que según la gramática formarían sílabas diferentes (la sinéresis), o cuando separamos dos vocales que normalmente forman una sola sílaba (la diéresis). De este modo, el sonido de las palabras o de las letras adquiere un valor medular que se determina por su colocación y su repetición; así la anáfora (repetición de una palabra) o la aliteración (repetición de letras) o el sonido imitativo de la onomatopeya. El ritmo se consigue principalmente a través del acento al final del verso y el acento rítmico en lugares precisos de un verso. Por ello es tan importante el lugar donde el poeta coloca las palabras y la función del hipérbaton. El recurso fónico más evidente en la poesía tradicional es la rima (repetición de las últimas letras de un verso). La rima puede ser asonante (repetición de las vocales a partir de la última vocal acentuada) o consonante (repetición de todas las letras a partir de la última vocal acentuada). Estos dos modos de rima dan luego lugar a muy variadas combinaciones: rima gemela, rima cruzada, rima encadenada, rima abrazada, rima interna, etc.
8. En el apartado anterior dedicado a los recursos fónicos se anota el hipérbaton, ¿qué relación tiene el orden de las palabras con el ritmo?
Por razones didácticas hemos agrupado los recursos retóricos en cuatro categorías, pero en la realidad del poema todos estos elementos están tan íntimamente relacionados que no es posible separarlos. El hipérbaton y el encabalgamiento son buenos ejemplos de la necesidad de relacionar los recursos retóricos de las cuatro categorías. El hipérbaton consiste en la alteración del orden normal de las palabras en una frase. En un buen poema, la alteración del orden de las palabras se relaciona con la posición rítmica que éstas van a ocupar en el verso y afecta tanto al énfasis que colocamos en las palabras, como a fundir lo fónico (sonido, ritmo) con lo semántico (significado de las palabras). El encabalgamiento afecta igualmente el ritmo y unidad del verso al forzar su unión al verso siguiente para poder completar el significado. Aunque estos dos recursos son los más propios de la poesía, el poeta cuenta con otros recursos que alteran también el fluir del verso, como puede ser la eliminación de conjunciones (asíndeton) o añadir más conjunciones de las necesarias (polisíndeton). El poeta, en realidad, construye su propio orden morfológico al añadir, restringir o eliminar verbos, adjetivos, adverbios o nombres y especialmente con el uso del epíteto.
9. En la lectura de poesías siempre he tratado de buscar la idea central del poema. En esta introducción, sin embargo, no se discute el contenido. ¿No es importante el contenido de un poema?
Por supuesto que es importante. Pero debemos recordar que un poema no se construye con conceptos, se construye con palabras. Es decir, es más importante cómo se articula un concepto que el concepto mismo.
10. Todos los textos se construyen con palabras, ¿en qué se diferencia el poema?
Es cierto que todos los textos se construyen con palabras. También es cierto que la división de los textos literarios en géneros es algo arbitrario y, sin embargo, es algo muy útil desde un punto de vista didáctico. El agrupar los textos literarios en cuatro géneros, nos permite también concentrar nuestro análisis de los recursos retóricos, en aquellos textos que de modo más obvio representan una característica.
11. ¿Es esa la razón por la que estudiamos ahora los recursos retóricos asociados con el léxico?
Así es, en efecto. Todos los recursos que se mencionan en el esquema anterior sobre el léxico, los podemos encontrar en un ensayo, en un cuento o en una obra de teatro. Los estudiamos en conexión con la poesía por su importancia en la gestación de un poema. Recordemos, además, que hay diferencias básicas entre los géneros. Por ejemplo, si en el ensayo se busca la comprensión lógica de un concepto, en la poesía es más común que el poeta trate que se sienta el concepto; por ello, como señalamos antes, es más importante cómo se articula un concepto que el concepto mismo. En este sentido, en poesía se hace uso con más profusión de las figuras del lenguaje (modificación el uso denotativo corriente de las palabras), así el uso de la metáfora y de la alegoría, de la metonimia, de la sinécdoque, de la prosopopeya, de la parábola, de la paradoja, del símil. Es decir, en poesía adquiere especial relevancia el valor connotativo de las palabras. Como señalamos anteriormente, es la acumulación de estos recursos en la poesía lo que justifica que se estudien también en el contexto del poema.
Poesía. Forma literaria que privilegia de manera sui generis los valores sonoros del lenguaje, en grados y modos que varían desde los versos métricos hasta la prosa. Hoy día tipifica la actitud lírica, aun cuando se valga en la superficie de otras actitudes (narrativa, dramática, ensayística).
Poema. La palabra se emplea generalmente para referirse a un texto poético específico, y se dice "un poema" como sinónimo de "una poesía". Puede estar lo mismo en verso que en prosa.
Promoción de la lectura.
La promoción de la lectura es todo aquello que establezca las condiciones previas indispensables para acercar el libro a las personas (recursos humanos y materiales, mecanismos institucionales, información básica y general, capacitación, etc.).
Prosa. Modalidad artística del lenguaje cuyas sonoridades se alejan de todo tipo de regularidad (métrica, rítmica y de rima), por lo que suena más flexible, resulta más "natural" que su contrapartida, el verso, y por esto se le identifica con el lenguaje común. Lo cual es falso, porque la prosa, como arte literario, es una construcción deliberada y no una expresión automática.
Prosa poética. Composición en prosa donde la actitud expresiva dominante es la lírica.
Repetición. En la literatura, es el empleo deliberado de cierta fórmula verbal, con lo que se busca un efecto rítmico, humorístico, de sentido mágico, de caracterización, etc.
Rima. Igualdad o semejanza sonora entre las terminaciones de versos que están suficientemente próximos para que el oído la reconozca. Dichas terminaciones se cuentan a partir de la última sílaba acentuada del verso. La rima es exacta o consonante cuando todos los sonidos a partir de esa sílaba coinciden (sólido-bólido, fresas-promesas), y es inexacta o asonante cuando sólo coinciden las vocales (vivo-marchito, ámbito-árido).
Ritmo. Resultado de una determinada periodicidad más o menos regular de elementos. Puede ser de origen natural (el corazón, las olas del mar) o artificial (las máquinas, el arte), y percibirse a través de diversos sentidos. En la literatura está determinado por la secuencia general de sonidos verbales y pausas, y dentro de esta, las secuencias más específicas de sonidos fuertes y sonidos débiles (notoria en los versos más regulares), y de períodos largos y períodos cortos (más notoria en la prosa).
Verso. Modalidad artística del lenguaje cuyas sonoridades se establecen sobre una mayor o menor regularidad métrica y rítmica (con o sin rima), por lo que suena más estructurado y sujeto a reglas que su contrapartida, la prosa.
Versos métricos. Son los que se atienen estrictamente a una medida o metro determinado, o a una combinación más o menos fija de metros. El metro les da nombre: octosílabos (de ocho sílabas métricas), endecasílabos (de once), etc. Presentan además alguna combinación regular de rimas.
Versos blancos o sueltos. Versos métricos sin rima.
Versos libres. Son los que observan una marcada flexibilidad métrica, es decir no se atienen estrictamente a un patrón métrico o combinación de metros determinados. No obstante hay en ellos un cierto ritmo y sonoridad general que los diferencia de la prosa. Carecen por completo de rima, o la usan irregularmente.
POESÍA
Poesía, ¿qué es poesía? poesía es más que palabras, oraciones y rimas. Poesía es hablar con el corazón en la mano, poesía es expresar los sentimientos al máximo, hacer que la corriente de sentimientos se apodere de tu corazón, haciendo que poco a poco tu pluma se mueva mas rápido y haga que las palabras no sean palabras, sean sentimientos y hagan sentir a quien las lee el sentimiento que transmites al papel; el papel que absorbe todo, que gentilmente se presta como medio para bien o para mal, ése, el que puedes borrar y borrar pero siempre dejarás una mancha. Pero la poesía no está escrita en papel, está escrita en el corazón de quien la escribe y de quien la lee, y deja huellas en los corazones, tanto o más que en el papel, los corazones son como una hoja de papel, se escriben historias y se dejan recuerdos, se escriben promesas y se dejan angustias; se alimenta de palabras, haciéndolo más grande cada vez que le dicen un te quiero, cada vez que le hacen palpitar con fuerza. La poesía nace y crece de dos formas, cuando estás muy feliz tan feliz que piensas que no estás en ese momento, o cuando estás tan triste que quieres olvidar los amargos recuerdos. Así lo logro, dejando que el suave papel se impregne de sentimientos y causen un raro efecto en quien lo lee.. porque el papel siempre será papel y los sentimientos siempre se harán poemas...
¿ Cuál es su concepto de la poesía?
Pienso que la poesía es la síntesis de todas las potencias creadoras del hombre. La poesía es la suprema construcción del espíritu humano y algo así como el símbolo de todas sus facultades, de todos sus anhelos y de todas sus energías. Sólo por medio de la poesía el hombre resuelve sus desequilibrios, creando un equilibrio mágico o tal vez un mayor desequilibrio. Aplastado por el cosmos, el hombre se yergue y lo desafía, el poeta desafía al universo. Por la poesía se iguala o supera al cosmos. La poesía es más infinita que el infinito, más cósmica que el cosmos. Hace muchos años yo respondí en otra entrevista ante una pregunta semejante a ésta: la poesía es la conquista del universo.
Dar definiciones de la poesía es muy fácil y muy difícil; se pueden dar cientos y todas, en el fondo, son insuficientes. La poesía es revelación, es vida en esencia, es el universo que se pone de pie. En realidad, la poesía nos hace ver todo como nuevo, como recién nacido, porque ella es descubrimiento, iluminación del mundo. Cuando sentimos que nos salen alas en la garganta y que todo nuestro cuerpo tiembla, estamos en presencia de la poesía. La poesía da vida a la muerte y más vida a la vida. La poesía es la vida de la vida, por eso podemos decir que es el juego de la vida y de la muerte. Pero, en verdad, todas las definiciones son insuficientes y acaso una de las mejores sería decir que la poesía es aquello que queda fuera del alcance de toda definición. Lo que es evidente, es que la poesía no es una entretención inofensiva como creen muchos, ni es tampoco un compuesto de relaciones irracionales como han dicho otros. Lo que hay es que, la poesía tiene razones que la razón no conoce, tiene derecho a entrar en campos vedados, a construir su mundo con una lógica suya propia que no es la lógica habitual. Así su irracionalidad no es sino aparente. Ella es profundamente racional dentro de su razón de ser, de su íntima realidad. Sí la verdadera poesía contiene siempre en su esencia un sentido de rebelión, es porque ella es protesta contra los límites impuestos al hombre por el hombre mismo, y por la naturaleza. La poesía es la desesperación de nuestras limitaciones, la poesía tiene hambre de infinito, de absoluto, de eternidad. Aún el Poema que os aparece como más sereno o más risueño, está lleno de ansias contenidas. No os fiéis de él, en cualquier momento pueden estallar sus dinamitas disimuladas y haceros mil pedazos.
La poesía siente más que nada el destino del hombre, y cuando creéis que está cantando, ella está llorando la libertad que es el paraíso perdido o, mejor dicho, el paraíso nunca hallado del ser humano.
Por otra parte, debo declararle que pensar en la poesía como una catástrofe de la razón, no me asusta ni asusta tampoco a la poesía.
¿ Qué significación da Ud. a las viejas escuelas, la simbolista, el parnasianismo y el modernismo?
Creo que todas las escuelas han sido buenas, porque han significado un proceso de la poesía en diversos caminos, han significado una agudización, un ahondamiento del sentido poético. Pero, naturalmente, lo más importante dentro de cada escuela ha sido el aporte de ciertos grandes poetas que por su propia grandeza salen más allá de sus escuelas, rebasan por todos lados.
¿ Cuáles son, para Ud., los valores más altos que Ud. admira en esas escuelas pasadas?
Baudelaire, Rimbaud, Lautréamont, Mallarmé, Jarry, Apollinaire. Pero si le he de decir verdad, prefiero los poetas de mi tiempo a casi todos los pasados. Para mí, la poesía que más me interesa comienza en mí generación y para hablar claro, le diré que empieza en mí. Esto no quiere decir que no admire a las grandes figuras de otros tiempos, les admiro y respeto mucho, pero prefiero a los míos, a los que están más cerca de mi pecho.
¿Qué piensa de García Lorca?
Que es un poeta muy mediocre. Para mí no tiene ningún interés. En general, los poetas españoles carecen de imaginación y de inteligencia poética. La literatura española está aplastada por la retórica, esa terrible retórica del Mediterráneo, que mantiene ahogados bajo su lápida a todos los escritores de España, de Italia y muchos de Francia. Bueno, en realidad, Italia no tiene escritores sino escribanos, como el imbécil del tal Petigrilli, el tanto furibundo de Marinetti y el tonto estético de D'Annunzio, con su cortejo de frases con miriñaques y crinolinas. Es increíble en el país del Dante, de ese genio cósmico, asombroso, que cada día me parece más admirable. Lo mismo sucede en España. ¿Cómo es posible que el magnífico impulso dado por los grandes poetas del Siglo de Oro no haya tenido continuidad? ¿Qué se hizo el genio español? Esto ha sido siempre, para mí, un motivo de misterio y de miles de conjeturas. Seguramente el descubrimiento de América desvió la imaginación española hacia la aventura vital de los exploradores y conquistadores, y la alejó de toda aventura intelectual; el español puso su acento en otra clase de conquistas que las espirituales. Y luego la retórica, la terrible retórica mediterránea, es como una lápida sobre el corazón, como un casco apretando los sesos; una verdadera armadura de hierro. Fíjese Ud. que todos los españoles de hoy escriben con un tono engolado, que parece salido de otros siglos, en un estilo tieso, rígido, con carrasperas de fantasmas y frío, de catedrales o humedad de cementerios. Escribir bien, para un español, es escribir como se escribía antes. Por eso la literatura española tiene tan poca vida. No han producido nada en una cantidad de ramas y subramas de las letras. No tienen un solo gran dramaturgo, ni un novelista de primer plano, ni un sicólogo, ni un gran pensador. No hay en España un Dostoievski, ni un Gogol, ni un Tolstoy, ni un Stendhal, ni un Balzac, ni siquiera un Proust, ni un Meredith, ni un Goethe, ni un Hölderlin, ni un Nietszche, para no nombrar sino autores de todos conocidos. Lo mejor que ha tenido la literatura española en los últimos tiempos es acaso Valle Inclán, a pesar de su voz engolada. No hubo en España un Victor Hugo, un Musset, un Baudelaire, un Rimbaud, un Lautréamont, un Mallarmé, ni nada comparable. Mientras Inglaterra poseía un Byron, un Shelley, un Black, España no tenía sino un Zorrilla, un Espronceda, un Núñez de Arce o novelistas como el señor Pereda, que todavía se atreven a editar los editores hispanos. Frente a esas montañas, unos tres o cuatro melones huecos. Desde el Siglo de Oro, las letras españolas, son un desierto intelectual hasta Rubén Darío. Ésta es la verdad, la muy triste verdad.
¿ Qué piensa Ud. de la poesía chilena?
Creo que está entrando en un buen camino, por lo menos hay un grupo de nuevos poetas que tratan de superarse y de no dejarse llevar por la facilidad.
¿ Qué piensa de Pablo Neruda?
¿Con qué intención me hace Ud. esta pregunta? ¿Es forzoso bajar de plano y hablar de cosas mediocres? Ud. sabe que no me agrada lo calugoso, lo gelatinoso. Yo no tengo alma de sobrina de jefe de estación. Estoy a tantas leguas de todo eso.
¿ Cree Ud. que esa poesía que Ud. llama gelatinosa puede hacer escuela en América?
Es posible, pero sólo entre los mediocres. Es una poesía fácil, bobalicona, al alcance de cualquier plumífero. Es, como dice un amigo mío, la poesía especial para todas las tontas de América.
¿ Cuáles son los poetas jóvenes que más le agradan ?
Desde luego, casi todos los que han colaborado en mi revista Total y algunos otros poquísimos, que no son muy conocidos. Me interesan altamente Teófilo Cid, Braulio Arenas, Enrique Gómez, Adrián Jiménez, Eduardo Anguita, Jorge Cáceres, Carlos de Rokha. Hay otros de los cuales he leído muy poco, y que parecen poseer un evidente talento poético, pero sería aventurado juzgarlos sobre la base de unas cuantas páginas.
¿ Qué piensa de la obra de Pablo de Rokha, la Mistral, Ángel Cruchaga, Max Jara y Pablo Neruda?
De esos que Ud. me nombra, el que más me interesa es Pablo de Rokha; Max Jara es un hombre inteligente, le aprecio mucho como amigo, pero en lo que respecta a la poesía no nos hemos podido entender jamás. Nos rechazamos como dos antiimanes, lo que no nos impide ser viejos amigos. Pero se olvida Ud. de Winet de Rokha y Rosamel de Valle, que son dos verdaderos poetas, sin dulsainas gelatinosas ni barro verde.
Dicen que la poesía es un trabajo estéril y no sirve para nada. Es una pérdida de tiempo en este mundo globalizante y amorfo, un desperdicio del intelecto, una entelequia espiritual mal retribuida.
La poesía se emplea para aplacar las tormentas del alma, redimir a una mujer o un hombre o llenar el corazón de ese sentimiento llamado amor. Puede, en dosis bien servidas, alimentar el espíritu, asustar una soledad y alejar una tristeza. Sirve también para reflexionar acerca de si las piedras hablan o si la luna es medicina para el mal de amores.
Por medio de la poesía podemos hacer hablar las flores y voltear el cielo de cabeza, cambiar la tarde de lugar. Es un buen recurso para transgredir la monotonía y curar el insomnio.
Un simple verso trastoca el sentido de una palabra, de un enunciado. El verso es una transgresión del sentido común, un ahogado del poeta, un halo místico que impulsa los dedos, un flagelo al silencio.
A través del verso el poeta reflexiona acerca de la vida de una mariposa, de la muerte de un minuto en las manos del tiempo. Por medio del trabajo refinado de la palabra se desdibuja el rostro de un recuerdo, la desventura de un te quiero en la boca del blasfemo.
En fin, la poesía es útil de muchas maneras, pero sobre todo es instrumento para observarnos a nosotros mismos, como expresa el poeta y pintor chino Xingjian. Porque cuando se concentra la atención internamente surge la poesía y empieza la aventura emocional de la palabra.
Octavio Paz afirma que la poesía no es una actividad mágica ni religiosa, no obstante el espíritu que la expresa, los medios de que se vale, su origen y su fin, muy bien pueden ser mágicos o religiosos. Mientras que en la religión lo sagrado cristaliza en el ruego, en la oración, en el éxtasis místico, en un diálogo o relación amorosa con el creador, el poeta lírico entabla un diálogo con el mundo; en ese diálogo hay dos situaciones extremas: una de soledad y otra de comunión.
¿Qué pretende el poeta cuando expresa su experiencia? Paz contesta: “La poesía ha dicho Rimbaud, quiere cambiar la vida. No piensa embellecerla como piensan los estetas y los literatos, ni hacerla más justa o buena, como sueñan los moralistas. Mediante la palabra, mediante la expresión de su experiencia, procura hacer sagrado al mundo; con la palabra consagra la experiencia de los hombres y las relaciones entre el hombre y el mundo, entre el hombre y la mujer, entre el hombre y su propia conciencia. No pretende hermosear, santificar o idealizar lo que toca, sino volverlo sagrado. Por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea. Es simplemente poesía de soledad o de comunión. Porque la poesía que es un testimonio del éxtasis, del amor dichoso, también lo es de la desesperación. Y tanto como un ruego puede ser una blasfemia”.
El poeta, agrega Paz, tiende a participar en lo absoluto, como el místico, y tiende a expresarlo, como la liturgia y la fiesta religiosa. Esta pretensión lo convierte en un ser peligroso, pues su actividad no beneficia a la sociedad; verdadero parásito, en lugar de atraer para ellas las fuerzas desconocidas que la religión organiza y reparte, las dispersa en una empresa estéril y antisocial. En la comunión el poeta descubre la fuerza secreta del mundo, esa fuerza que la religión intenta canalizar y utilizar, a través de la burocracia eclesiástica. Y el poeta no sólo la descubre y se hunde en ella: la muestra en toda su aterradora y violenta desnudez al resto de los hombres, latiendo en su palabra viva en ese extraño mecanismo de encantamiento que es la poesía.
La poesía es la revelación de la inocencia que alienta en cada hombre en cada mujer y que todos podemos recobrar apenas el amor ilumina nuestros ojos y nos devuelve el asombro y la fertilidad. Su testimonio es la revelación de una experiencia en la que participan todos los hombres, oculta por la rutina y la diaria amargura. Los poetas han sido los primeros que han revelado que la eternidad y lo absoluto no están más allá de nuestros sentidos, sino en ellos mismos. Esta eternidad y esta reconciliación con el mundo se producen en el tiempo y dentro del tiempo, en nuestra vida mortal, porque la poesía y el amor no nos ofrecen la inmortalidad ni la salvación. Nietzche decía: “No la vida eterna, sino la eterna vivacidad: eso es lo que importa”.
Luego entonces la función de la poesía, en un mundo vacío pero computarizado sirve de mucho y aunque no alivia, ni corrompe, purifica. No tiene más ideología que un alma y un espíritu en confrontación con todo lo que le rodea. El periodista Braulio Peralta, en el prólogo a una larga y de las últimas entrevistas a Octavio Paz sentencia: “Heraldos de sí mismos, los poetas viven un mundo aparte: mensajeros del destino, en los tiempos modernos, pocos, muy pocos los escuchan, los leen y atienden. Vivimos con los ojos abiertos pero ciegos ante las premoniciones que nos anuncian. ¿De qué sirve pensar y sentir si todo ello no ayuda a vivir más y mejor? El ser y la nada nos arrojan al vértigo de la ignorancia. Tendrá el poeta que gritar sus versos por teléfono, enviarlos por fax, a través de Internet, o leerlos por televisión? Hasta eso, en los tiempos actuales, le está vedado; nadie quiere oír verdades a fin de siglo. Eliot seguirá vivo para los mass media.
En tono de queja Peralta señala: “La poesía -la palabra del poeta- ha sido menospreciada en este siglo. Pero no ha muerto. Dicen que cada 50 años nace un poeta -poeta mayor, con ideas- en cualquier país. Poetas que defienden la poesía, porque los versos son inseparables de la defensa de la libertad. Sí: la poesía no se lee en los estadios. Pero no agoniza. En medio de la turbulencia del fin de siglo, algo queda: un puñado de hombres que describen el mundo con versos y prosa poética.
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16/3/10
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